Empieza
buscando alguna vieja historia de cuando eras niño. Abre el baúl de los
juguetes y coge aquel osito de peluche que te acompañaba en las noches de
tormenta. Mezcla con un puñado de inocencia e ilusión. A continuación,
secuestra el monstruo que lleva habitando debajo de tu cama todos estos años y hiérvelo
a fuego lento hasta que se derrita su maldad. Finalmente, ensénale a ser bueno
y a ver el lado positivo de las cosas.
Ana Fuentes, Laura
González, Paula Matilla, Sara Rodríguez, Celia Marcos – 4º de ESO, prof Paula Pessanha Isidoro
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