De entre todos los anuncios, este llamó mi atención:
CASA DE DON TOMÁS, EL DE LOS GORRINOS
Disfrute del mejor jamón.
Y yo, aventurero y de buen paladar, no lo dudé, ya que no me
molesta el olor animal ni necesito grandes comodidades.
Pero al llegar allí, me encontré con que el lugar solo tenía de
rural el nombre y que no había cerdos, sino que el jamón lo traían de la ciudad
y sabía a plástico.
Laura Herrero Román, 28
años, Salamanca, prof Paula Pessanha Isidoro
Sem comentários:
Enviar um comentário