Se
estaba acercando el final de agosto, lo que significaba que el verano
terminaba. Tenía la maleta hecha y estaba reflexionando sobre lo que eso
significaba. Había estado muy a gusto los dos últimos meses pero era hora de la
despedida, todos los recuerdos y momentos. Sabía que iba a despertar pronto y
en cierta manera no quería. Durante el tiempo que estuvo así nunca estuvo a
disgusto, aceptaba a regañadientes el despertar. Entonces llegó el momento.
Marino Román, 20 años,
Salamanca, prof Paula Pessanha Isidoro
Reto 50 – agosto, a
gusto, disgusto, regañadientes
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