En agosto tuvimos otro disgusto. El niño nos dijo que nos
había salido gay. A duras penas conseguimos estar a gusto con su decisión del
año pasado de estudiar Bellas Artes. “¿Qué les diremos a los vecinos?”, le
pregunté preocupada a mi marido. “No lo sé”, respondió él. “Tendremos que
aceptarlo tal y como es, aunque sea a disgusto”, le dije. No sé cómo ha podido
pasar. Siempre le compraba los Action Man. Igual le gustaban demasiado...
Lara Cantos
Modesto, 21
años, Salamanca, prof Paula Pessanha Isidoro
Reto 50 – agosto, a gusto, disgusto,
regañadientes
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