Una mujer hizo un viaje
en barco parando en varias ciudades para conocerlas, cuando
paró en Túnez, se enamoró
de un hombre, el hombre que siempre había estado
buscando, y era un amor
correspondido. Pero ella no podía quedarse allí porque su
barco se iba ya, entonces
el hombre decidió seguirla en un barco pequeñito guiándose
de las gaviotas que eran
el símbolo de su amor por ella. Él no iba a parar hasta que la encontrara.
Raquel Hernández Calderón,
17 años, Salamanca, prof Paula Pessanha Isidoro
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