Tomé
el primer bus que salía ese sábado por la mañana. Después de tanto tiempo lejos
por fin iba a volver a casa, a reunirme con familiares y amigos. Pero lo que
más deseaba era llegar y montar el árbol de Navidad: pasar la tarde en familia,
jugar con las guirnaldas y volvernos locos desenredando las luces. Me senté en
el único asiento que quedaba libre mientras me despedía de esa ciudad para
volver a mi hogar.
Vanessa Roch, 21 años, Salamanca, prof Paula Pessanha Isidoro, USAL
Desafio nº 80 – o Natal da aranha
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