El locutor retuvo la voz
como si le pasaran una noticia por contrastar, y por tanto no pudiera emitirse.
Pudo morir cuando el reloj tenía horario de forense antipático y
simultáneamente fiel a su tarea de mimos segmentados. Contra la luna estalló un
asteroide atrapado en la microscópica luz de un flagrante presagio. Calló la
radio. La mujer despertó como si alguien, afónico, hubiera dado aviso de
soledad perpetua. Llamó. La madrugada predice palabras que qué revelan.
José Ignacio Martínez Gutiérrez, 56 años. Valencia de
Alcántara. Cáceres. ESPAÑA
Desafio Rádio
Sim nº 1 – história tem de falar de rádio
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